La represión policial vuelve a sacudir las calles de Cuba, esta vez en el municipio de Güines, en la provincia de Mayabeque, donde un joven cubano fue arrestado de forma violenta mientras intentaba ganarse la vida vendiendo viandas de manera pacífica en un parque público.
Según lo que han estado compartiendo en redes sociales, un joven llamado Kevin Millares, que es huérfano de la zona, fue detenido por dos agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) mientras vendía sus productos en el Parque ‘Martí’. Lo que debería haber sido un día normal de trabajo se convirtió en un abuso de poder, y esto ha generado mucha indignación entre la gente.
Testigos presenciales aseguran que, sin mediar palabra, los oficiales arremetieron contra él aplicando técnicas de reducción extremadamente violentas. Lo más indignante es que Kevin no opuso resistencia; su único “delito” era intentar llevar algo de comida a su mesa en medio de la crítica situación económica que azota a miles de cubanos.
La acusación formal que le imputaron fue “Desacato a la Autoridad”, un recurso legal que, según muchos ciudadanos, es utilizado con frecuencia para justificar detenciones arbitrarias y silenciar a quienes buscan sobrevivir fuera de los canales oficiales que muchas veces resultan insuficientes o inaccesibles.
Un detalle que no ha pasado desapercibido es la actitud de un perro callejero que, en medio de la violencia policial, intentó defender al joven interponiéndose entre él y los agentes. La escena fue grabada por varios vecinos y compartida en plataformas digitales, desatando comentarios cargados de impotencia, rabia y solidaridad.
Pero la polémica no se detiene ahí. Muchos usuarios cuentan que estos mismos agentes que son duros con los vendedores informales a menudo ignoran actividades ilegales, como el tráfico de drogas, conocidas como «el químico». Esto muestra una doble moral preocupante en el sistema cubano: se castiga a quienes solo quieren trabajar honestamente, mientras que a los que sobornan o tienen conexiones con las autoridades se les deja hacer lo que quieran.

Este no es un hecho aislado. En los últimos meses han salido a la luz situaciones similares que reflejan un patrón de abuso. Basta recordar el caso en La Habana, donde una anciana fue despojada de todos sus refrescos y arrestada de manera humillante mientras intentaba vender en la vía pública para ganarse el sustento diario. Episodios como este se suman a la larga lista de arbitrariedades, donde personas mayores, humildes y trabajadores informales son reprimidos por buscar formas dignas de sobrevivir en medio de la crisis.
Todo indica que la pobreza está siendo tratada como un crimen en un país donde la gente tiene que recurrir a trabajos informales para sobrevivir. Usuarios de internet y activistas dicen que la actitud de las autoridades muestra un Estado que no puede dar respuestas efectivas, eligiendo la represión en lugar de ayudar a quienes están pasando por momentos difíciles.
En redes sociales, la etiqueta #JusticiaParaKevin no ha tardado en viralizarse, acompañada de llamados firmes a exigir responsabilidades y sanciones ejemplares para los agentes involucrados. Cada vez son más las voces que, perdiendo el miedo, denuncian públicamente este tipo de atropellos que reflejan el deterioro social y la falta de garantías mínimas en la vida cotidiana de los cubanos.
Este episodio suma otro capítulo a la larga lista de violaciones a los derechos ciudadanos en la isla, donde la represión parece no tener freno, pero donde también crece la resistencia de un pueblo que exige justicia, respeto y libertad.
Preguntas frecuentes sobre la detención del joven en Güines
¿Por qué fue detenido Kevin Millares en el parque de Güines?
El joven fue arrestado mientras vendía viandas de manera pacífica, sin licencia, una práctica común entre muchos cubanos debido a la crisis económica. Las autoridades lo acusaron de “Desacato a la Autoridad”, aunque testigos aseguran que no mostró resistencia.
¿Hubo violencia en el arresto?
Sí. Según varios testigos, la detención fue ejecutada de manera extremadamente violenta, a pesar de que el joven no se resistía. Los videos compartidos en redes sociales muestran cómo fue reducido de forma agresiva por los agentes.
¿Qué ha generado mayor indignación en este caso?
La doble moral de las autoridades. Mientras reprimen a personas humildes que intentan trabajar honestamente, son permisivos con actividades realmente delictivas, como la venta de drogas, siempre que exista pago de sobornos o relaciones con funcionarios corruptos.
¿Este tipo de hechos son frecuentes en Cuba?
Lamentablemente, sí. Casos similares han ocurrido en diferentes provincias del país, reflejando un patrón de represión contra quienes ejercen actividades informales para sobrevivir.
¿Qué pide la población tras este suceso?
Los ciudadanos exigen justicia para Kevin y sanciones para los oficiales responsables. Además, demandan que cese la criminalización de la pobreza y que se garantice el derecho a trabajar de manera digna y sin temor a la represión.