La preocupación por el aumento de las drogas en el este de Cuba vuelve a ser un tema de actualidad. Recientemente, la policía llevó a cabo un operativo en el pueblo de Sigua, en Santiago de Cuba, donde arrestaron a una persona que tenía en su casa una plantación de 950 plantas de marihuana y más de 19,000 semillas listas para sembrar, según informaron fuentes cercanas a las autoridades.
El detenido, identificado únicamente como “Pepe” en la información divulgada por canales oficialistas, había convertido el patio de su casa en un cultivo clandestino de cannabis, creyendo que pasaría desapercibido ante los controles policiales. Sin embargo, una acción sorpresa coordinada por las fuerzas del orden logró desmantelar la plantación y detener al responsable.
Una problemática que va en aumento
Esto que antes parecía algo aislado, ahora es una tendencia cada vez más común en algunas partes del oriente de Cuba. En los últimos meses, han aumentado los reportes sobre cultivos ilegales de marihuana, así como sobre tráfico y consumo de drogas, lo que ha generado preocupación entre la gente y las autoridades.
Este fenómeno refleja un escenario complejo: por un lado, la fragilidad del control estatal sobre ciertas actividades ilícitas, y por otro, la creciente desesperación de ciudadanos que, golpeados por la profunda crisis económica, ven en estas prácticas una alternativa para sobrevivir ante la falta de oportunidades en la economía formal.
El consumo también preocupa
No solo se habla de la producción, sino también del aumento en el consumo, sobre todo entre los jóvenes. Muchos testimonios en redes sociales y comentarios en línea muestran que la marihuana ya no es difícil de encontrar. Se ve en barrios, escuelas e incluso en lugares públicos, lo que demuestra que hay redes de distribución que están funcionando con más libertad de lo que las autoridades dicen.
A diferencia de otros países que han optado por discutir la regulación o el uso terapéutico del cannabis, en Cuba el enfoque legal sigue siendo estrictamente represivo. Las penas por tráfico, cultivo y consumo de drogas son severas y las acciones policiales se mantienen como la principal respuesta del Estado ante este tipo de delitos.
Sin embargo, este tipo de operativos ponen en evidencia una realidad incómoda: el avance de las economías informales e ilegales como mecanismo de supervivencia en una sociedad donde cada vez es más difícil cubrir las necesidades básicas por vías lícitas.
Preguntas Frecuentes sobre el Aumento de Cultivos de Marihuana en Cuba
¿Por qué están aumentando los cultivos de marihuana en Cuba?
La creciente crisis económica ha llevado a muchos ciudadanos a buscar fuentes de ingreso alternativas, incluyendo actividades ilegales como el cultivo de cannabis, que resulta más rentable ante la falta de opciones en la economía formal.
¿Es común el consumo de marihuana en la isla?
El consumo ha aumentado en los últimos años, especialmente entre jóvenes. Testimonios indican que la droga circula con relativa facilidad en ciertos sectores, lo que refleja la existencia de redes clandestinas activas.
¿Qué castigos impone la ley cubana por estos delitos?
En Cuba, los delitos relacionados con drogas son severamente castigados. Las penas pueden incluir largas condenas de privación de libertad tanto por cultivo, tráfico como por consumo, sin distinción entre uso personal o distribución.
¿El gobierno está haciendo algo para frenar esta situación?
Las autoridades mantienen operativos constantes contra el narcotráfico y los cultivos ilegales. Sin embargo, el aumento de estos casos evidencia las dificultades del Estado para ejercer un control efectivo en todas las áreas.
¿Se ha discutido la legalización del cannabis en Cuba?
Actualmente, no existe ningún debate público ni legislativo sobre la legalización del cannabis en Cuba, ni siquiera con fines medicinales. La política oficial se mantiene bajo un enfoque netamente represivo.
