La tranquilidad de la comunidad El Manguito, en Songo La Maya, se vio violentamente interrumpida el pasado 22 de julio tras el asesinato de Raumelis Victorero Rivera, un humilde campesino de 34 años que acababa de celebrar un momento especial: la inscripción de su hija recién nacida. Horas después de ese acto simbólico y emotivo, fue víctima de un ataque despiadado con machetes que acabó con su vida antes de poder recibir atención médica.
El crimen ocurrió en una zona conocida como Corralón, donde, según testigos y familiares, Raumelis fue emboscado por al menos cuatro personas. El ataque fue violento y meticuloso, dirigido principalmente a sus extremidades. Pese a los esfuerzos por trasladarlo rápidamente al policlínico de La Maya, ubicado a varios kilómetros, el campesino falleció debido a la gravedad de las heridas y la pérdida masiva de sangre.
Una venganza anunciada: conflictos familiares detrás del crimen
Familiares del fallecido aseguran que el crimen fue un acto premeditado y alimentado por una vieja disputa. Según relató una prima cercana quien pidió mantener el anonimato por temor a represalias–, Raumelis había tenido un conflicto con su excuñado hace dos años, en el que este último resultó lesionado en un brazo, quedando con una discapacidad permanente.
Desde entonces, el excuñado habría manifestado abiertamente deseos de venganza, amenazando en múltiples ocasiones con hacer justicia por su cuenta. Todo indica que ese deseo se materializó de forma violenta y cobarde, en complicidad con otros atacantes.
“El ataque fue brutal, despiadado. Le destruyeron los brazos y las piernas. Lo dejaron tirado como si fuera un animal. Fue su hermanito de 19 años quien lo encontró desangrándose”, narró la mujer visiblemente afectada.
Investigación en curso y temor a la impunidad
A raíz del crimen, las autoridades detuvieron a cuatro personas, incluido el excuñado de Raumelis. Sin embargo, los allegados de la víctima temen que el proceso legal no haga justicia. Denuncian que las autoridades podrían estar considerando liberar a los otros implicados si el autor principal asume toda la culpa.
“Tenemos miedo. Ya han amenazado a uno de los primitos de Raumelis. Si los cómplices quedan libres, nuestras vidas también corren peligro”, advierte la familia. Han comenzado gestiones legales para presentar denuncias por amenazas y exigir que todos los involucrados sean procesados, incluso aquellos que no intervinieron directamente pero permitieron el crimen sin intervenir.
Una familia destruida por la violencia
Raumelis deja una esposa devastada, dos niñas una de apenas un mes de nacida, padres ancianos, hermanos y una comunidad conmocionada por la pérdida. “Era un hombre de campo, trabajador, querido por todos. Nunca se metía con nadie. Solo quería criar a sus hijas”, dijo entre lágrimas un vecino.
El dolor se intensificó aún más cuando comenzaron a circular imágenes del cuerpo sin vida del campesino. Las fotos, que muestran a Raumelis desnudo y herido en la camilla del cuerpo de guardia, han causado un trauma colectivo entre sus allegados. “No puedo dormir desde que vi esas fotos. No es justo. Nadie merece morir así”, concluyó su prima con la voz quebrada.
La comunidad clama justicia y protección para la familia, temiendo que el crimen quede impune y que los culpables no paguen con todo el peso de la ley. Mientras tanto, el luto se extiende por El Manguito, donde la violencia apagó una vida en pleno apogeo.
Preguntas frecuentes sobre el asesinato de Raumelis Victorero Rivera
¿Qué motivó el asesinato de Raumelis Victorero Rivera?
Todo apunta a una venganza familiar. Raumelis había tenido un altercado con su excuñado hace dos años, lo que dejó al agresor con una discapacidad permanente. Desde entonces, este juró vengarse, lo que finalmente ocurrió con ayuda de otros cómplices.
¿Cuántas personas están involucradas en el crimen?
Cuatro personas han sido detenidas, incluido el excuñado de la víctima. No obstante, la familia teme que los otros tres puedan ser liberados si se les retira responsabilidad penal, lo que aumenta el temor y la indignación de los allegados.
¿Qué medidas legales está tomando la familia?
La familia ha iniciado los trámites para contratar a un abogado y presentar denuncias por amenazas. También exigen que se investigue de manera imparcial y que todos los implicados en el asesinato sean juzgados.
¿Cómo ha reaccionado la comunidad ante el crimen?
Con profundo dolor e impotencia. Raumelis era muy querido por vecinos y amigos, quienes lo describen como una persona trabajadora, tranquila y dedicada a su familia. La circulación de imágenes del cuerpo sin vida ha causado un impacto emocional aún mayor.
¿Qué se espera de las autoridades en este caso?
La comunidad y la familia exigen justicia total y castigo ejemplar para todos los implicados. Esperan que no se repitan los casos de impunidad y que se proteja a los familiares que han sido amenazados.