La polémica vuelve a sacudir a Cuba tras conocerse múltiples denuncias ciudadanas que apuntan a que el aceite entregado al país como donación humanitaria por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) estaría siendo vendido en las bodegas estatales a través del sistema de racionamiento, en lugar de distribuirse de forma gratuita a las familias más necesitadas, como estipulan las normas internacionales de cooperación.
Durante los últimos días, habitantes de varias provincias, entre ellas Pinar del Río, Villa Clara, Holguín, Matanzas y La Habana, han confirmado que el aceite, claramente identificado con el logotipo y las etiquetas del PMA, aparece en los puntos de venta del Estado con precios establecidos y controlados, lo que ha desatado una ola de indignación y malestar en redes sociales.
La escritora habanera Susi Marianense fue una de las primeras en pronunciarse públicamente sobre el tema, asegurando que este tipo de prácticas son un reflejo del deterioro institucional y la falta de transparencia que afecta al país. “Siempre hacen lo mismo. Por eso y por muchas otras razones, Cuba es un Estado fallido”, escribió la autora en su cuenta personal, generando miles de reacciones y compartidos en cuestión de horas.
Una ayuda que debió llegar a los más vulnerables
Según los reportes que circulan en comunidades y medios independientes, el aceite del PMA fue enviado con el objetivo de apoyar la alimentación infantil y de familias en situación vulnerable, especialmente ante la creciente escasez de productos básicos y el aumento del costo de la vida. Sin embargo, la población denuncia que esa ayuda ha sido absorbida por el sistema estatal de comercio interior, que la revende dentro del programa de abastecimiento regulado.
Esta situación genera cuestionamientos sobre la gestión del gobierno cubano en el manejo de la ayuda internacional, ya que los principios humanitarios del Programa Mundial de Alimentos establecen que las donaciones deben llegar directamente y de forma gratuita a los beneficiarios.
Indignación popular y reclamos de transparencia
Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. Cientos de usuarios manifestaron su frustración ante lo que consideran una nueva muestra de aprovechamiento estatal de recursos que debían aliviar el hambre de los más necesitados.
“Es una burla al pueblo. Se aprovechan de la miseria para lucrar con lo que llega por solidaridad”, escribió un residente de La Habana Vieja en su muro de Facebook, sumándose a la ola de denuncias públicas que recorren la Isla.
La situación, además, pone en entredicho la credibilidad del régimen ante organismos internacionales que han brindado apoyo humanitario en repetidas ocasiones, confiando en que los recursos llegarían a quienes realmente los necesitan.
Un patrón que se repite
No es la primera vez que surgen acusaciones de este tipo. En años anteriores, donaciones internacionales de alimentos y medicinas también fueron vistas en los canales de distribución estatal, lo que genera sospechas sobre el manejo opaco y la falta de rendición de cuentas de las autoridades cubanas.
Cada nuevo caso refuerza el sentimiento de desconfianza social y la percepción de que la ayuda externa se transforma en un negocio más dentro del sistema centralizado de la Isla.
Mientras tanto, el malestar popular crece y las voces críticas exigen a las instituciones competentes una explicación clara y pública sobre el destino real de estas donaciones. El silencio oficial hasta ahora solo ha incrementado la tensión entre el pueblo y las autoridades.
Una crisis que agrava la situación del pueblo
En medio de una de las peores crisis económicas en décadas, marcada por la inflación, el desabastecimiento y los apagones, la población cubana enfrenta una realidad cada vez más dura. La falta de acceso a productos básicos y la pérdida de poder adquisitivo hacen que cada acto de corrupción o manipulación institucional se sienta como una herida más para la ciudadanía.
El caso del aceite del PMA se suma a una larga lista de hechos que reflejan el deterioro del sistema y la desesperanza que embarga a miles de familias en todo el país. Para muchos, la frase de Marianense no es solo una crítica literaria, sino el eco de una verdad compartida por toda una generación que ha visto desaparecer las promesas de igualdad y justicia social.
Preguntas frecuentes sobre la controversia del aceite donado en Cuba
¿Qué es el Programa Mundial de Alimentos (PMA)?
El PMA es una agencia de la ONU dedicada a brindar asistencia alimentaria a poblaciones vulnerables en todo el mundo. En el caso de Cuba, su misión ha sido apoyar la nutrición infantil y garantizar el acceso a alimentos básicos.
¿Por qué el aceite del PMA está generando polémica en Cuba?
Porque ciudadanos han denunciado que, en lugar de entregarse gratuitamente como parte de la ayuda humanitaria, el producto está siendo vendido por el sistema estatal de distribución, lo que contradice los principios del PMA.
¿El gobierno cubano ha emitido alguna declaración oficial?
Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido una explicación pública sobre estas denuncias, lo que aumenta el malestar y la desconfianza entre la población.
¿Qué consecuencias puede tener este hecho para Cuba?
Podría afectar la relación del país con organismos internacionales de ayuda, además de profundizar el descontento social ante la percepción de mal manejo de recursos humanitarios.
¿Cómo ha reaccionado la población?
Con una fuerte ola de críticas en redes sociales y medios alternativos. Muchos ciudadanos exigen transparencia y un seguimiento internacional sobre la gestión de la ayuda enviada al país.

