Un nuevo episodio de violencia de género ha estremecido a la comunidad cubana, esta vez en el barrio de Pastorita, en la provincia de Cienfuegos. La mañana de un martes, cerca de las 6:30 a.m., fue escenario de un crimen atroz: una joven madre fue asesinada a plena luz del día y frente a su hija menor, un hecho que ha generado indignación y dolor en toda la población.
La víctima, Yailin Carrasco Pérez, de solo 29 años, era madre de tres niñas. Según testigos y vecinos del lugar, se encontraba en las inmediaciones del politécnico José Gregorio Martínez, sobre la carretera Vial Universidad, donde había acudido presuntamente a encontrarse con su pareja o expareja, el presunto agresor. La acompañaba su hija de seis años, quien fue testigo directa del asesinato y cuyo grito desgarrador “Me mataron a mi mamá” alertó a los residentes.
Las autoridades detuvieron al sospechoso poco después del suceso, aunque hasta el momento no se ha revelado públicamente su identidad. El caso ha sido catalogado por activistas y medios alternativos como un nuevo femicidio, fenómeno que en Cuba sigue sin ser registrado oficialmente por las instituciones estatales, lo que dificulta el análisis real de su magnitud.
Lo más alarmante es que este no es un caso aislado. En los últimos días se han reportado varios homicidios similares en distintas zonas del país. La frecuencia con la que estos actos de violencia aparecen en redes sociales y medios independientes contrasta con el silencio de los canales oficiales.
La sociedad civil ha reaccionado con fuerza. Muchos usuarios en plataformas digitales han exigido mayores penas para los responsables de crímenes de género, incluyendo la cadena perpetua sin beneficios penitenciarios e incluso el restablecimiento de la pena de muerte, actualmente en moratoria.
Además, se han alzado voces que reclaman no solo castigos ejemplares, sino también políticas de prevención, educación y protección para mujeres en situaciones de riesgo. Muchos coinciden en que la falta de protocolos, refugios y acompañamiento institucional convierte a las víctimas en blanco fácil de la violencia.
El crimen de Yailin no solo dejó una familia rota, sino que también marcó la vida de su hija pequeña, quien deberá enfrentar un largo proceso para superar el trauma de presenciar el asesinato de su madre. Mientras tanto, la comunidad de Cienfuegos exige justicia, y la sociedad cubana reclama con urgencia medidas concretas ante una situación que ya no puede seguir ignorándose.
Preguntas frecuentes sobre el crimen de Yailin Carrasco en Cienfuegos
¿Quién fue la víctima del crimen?
Yailin Carrasco Pérez, una joven madre de 29 años con tres hijas. Vivía en Pastorita, Cienfuegos, y fue asesinada en plena vía pública.
¿Dónde y cuándo ocurrió el asesinato?
El hecho tuvo lugar la mañana de un martes, a las 6:30 a.m., cerca del politécnico José Gregorio Martínez, sobre la carretera Vial Universidad.
¿Quién es el principal sospechoso?
Aunque no se ha revelado oficialmente su identidad, vecinos y testigos indican que se trataría de su pareja o expareja, quien fue detenido por las autoridades.
¿Cuál fue la reacción de la población?
La noticia generó una ola de indignación en redes sociales, donde se exige justicia, endurecimiento de penas y acciones concretas contra la violencia de género en Cuba.
¿Qué implicaciones tiene este caso para la sociedad cubana?
Refleja la vulnerabilidad de las mujeres, la falta de mecanismos de protección efectivos y la necesidad urgente de que el Estado tome acciones claras frente a la violencia feminicida.
